Ayer me pasé horas de horas mirando el monitor sin poder soltar una sola palabra.
El cursor aparecía y desaparecía como si estuviera diciéndome - nada? ... nada? ... nada? ... nada? - al ritmo habitual de todo cursor que espera convertirse en alguna letra. Fue en ese momento, mirando la blanca pantalla que me pedía a gritos la alimentase con algún recuerdo o historia, me di cuenta que me sentía sola.
Ese hervir en mi cabeza de buenas a primeras, esas ganas de lanzar el grito más fuerte de la historia y ese deseo de arrancarme la piel tienen una razón. Una razón que tiene nombre y apellido. Por eso, cuando llega la noche trato de cerrar lo ojos lo más pronto posible, contar ovejas, solo contar 3, y entrar en ese NO TAN profundo sueño que me acompaña desde hace ya algún tiempo.
Ya no me acuerdo lo que significa estar tranquila. Ahora cuando estoy "tranquila", levanto los brazos, saco el puño más fuerte que tengo y busco.
Solo busco.
Pero nunca encuentro.
Pero al menos logré calmarla una vez más.
Logre callarla.
Ahogarla.
Logre callarla.
Ahogarla.
La razón por la que no me gusta tener la mente en blanco, como tuve mi monitor ayer, fue domada una vez más.
Pero ahora pienso que no voy a poder hacerlo para siempre. Además, cada vez se me hace más dificil apaciguarla. Siento que quiero bajar los brazos. Levantar la mirada y sentirla por primera vez con toda la fuerza que la comprime.
Pero tengo miedo.
Pero tengo miedo.
Tengo miedo de darle tregua.
Puede que se apodere de mí aunque sea por unas horas.
Puede que no logre controlarla y me pegue contra el suelo.
Tengo miedo de no volver a levantarme.
Puede que se apodere de mí aunque sea por unas horas.
Puede que no logre controlarla y me pegue contra el suelo.
Tengo miedo de no volver a levantarme.
Tengo miedo que esa maldita angustia me obligue a retroceder, todo lo ya recorrido sin ti.
2 comentarios:
Sin dudas lo mejor para evitar que las ideas se pongan negras y los pensamientos blancos, es perennizarlos tan pronto como se pueda. De algún modo, incluso de la inquietud que genera la soledad y las ideas semi desvanecidas, siempre hay motivo e inspiración, cuando eso se pierde, se pierde todo lo que mueve al blogero. A tener en cuenta, saludos Miss María Esther(hoy hemos sincronizado con un tema común)
Me quede con tus últimas líneas dando vueltas en la cabeza...."Tengo miedo que esa maldita angustia me obligue a retroceder, todo lo ya recorrido sin ti"...este post te arranco estas palabras de lo mas profundo del alma(siempre hay sobre que escribir)retroceder es parte de la lucha constante,retrocedes ,te paras y sigues adelante...poco a poco la calma llegará y volverás a sentirte tranquila.Se q es facil decirlo y dificil lograrlo pero mira lo que tienes y no lo q no tienes,mira a tu alrededor...te sentiras bendecida...talvez mas que eso!
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