Hoy me di cuenta que cada vez me parezco más a ti. Aunque no me alcanzarían los años para ser tan grande como tú.
Gracias por hacerme débil,
porque aprendí que volviéndome fuerte, cuidaría mucho mis espaldas.
Para no girar la cabeza y ya no mirar atrás.
Gracias por hacerme débil,
porque si no lo hubiera sido, mi mundo no tendría tanto color.
Dicen que cada lágrima pinta un capítulo.
Gracias por hacerme débil,
porque solo así pude conocer lo que significa tener un objetivo de vida bien definido.
Y logré sentirme orgullosa al decir "no es lo peor".
Gracias por hacerme débil,
y ahora poder compararme contigo.
Pues...
Si conocí lo que significa ser débil,
y tuve que chocarme hasta con las piedras que yo misma puse en mi camino,
me enseñaste a ser fuerte.
A pesar de que ya no estés conmigo.
Después de ESTO, que venga lo que sea.
A mí... ya nada me tumba.
"Por peores cosas he pasado... y no me he muerto".
Pero repito...
Aun me falta mucho para llegar a ser tan grande como tú.
4 comentarios:
La debilidad es una palabra disfrazada, una rebelión silenciosa. Y tu definitivamente la profesas! Tu lucha diaria y tus ganas de vida tocan el alma de cualquiera.
Marité tienes un precioso blog en verdad tu blog es una motivación a seguir adelante,y es bueno poder llegar a decir y sentir eso de "por peores cosas he pasado y no me he muerto"...es ahi cuando te das cuenta que la fortaleza que sale de tu interior es auténtica.
Muchas gracias por todo lo que me dicen. En serio a veces no sé si trato de "creer" que soy fuerte, o en realidad es que lo soy. Es difícil.
Si yo llego a la 10ma parte de lo que era mi mamá (en bondad y virtudes) ya sería un gran logro!
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