Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

18.11.10

Peor que las verdades que duelen

Es cierto cuando alguien dice que las verdades duelen. Pero más duele una mentira, una calumnia o un invento loco de aquellos que te hacen arrugar la cara y decir ¿que?.

Algo parecido me pasó hoy cuando llegué del trabajo...
Estos días la oficina está simplemente "atorada" de trabajo y faltan manos. Yo llego temprano, para evitar el maldito tráfico y empiezo prácticamente a la par que canta el gallo de Navarrete. Con mi fiel botellita de Yogurt, el mismo que me comprabas tú desde hace años para llevarme en la "lonchera" me entrego totalmente a mi famosísimo Outlook que me espera con los 140 correos que leí de a pocos en mi BlackBerry. Digo "de a pocos" porque ya es una locura vivir con el bendito aparato pegado a las manos. La verdad, si yo fuera Lalo, lo agarro y lo tiro contra la pared hasta escuchar que se haga pedacitos minúsculos cayendo al suelo uno detrás del otro como si estuvieran imitando una lluvia un tanto extraña.

Después de casi 9 horas sin despegarme de la silla, a veces me "acuerdo" y pienso "oye no he ido a hacer pichi en todo el día", qué desastre, debo enfrentarme al infernal, endemoniado, maldito y todos los sinónimos que puedan expresar el mismo odio que siento hacia el tráfico de Lima. Lo enfrento y llego a mi casa a los 40 minutos si tengo suerte. Y obviamente, llego con el cerebro un poco calcinado, el hígado reventado, y con ganas de mandar a la mismísima hasta al señor que me cuida el carro.

Pero el punto no es contarte sobre mi cantidad exhorbitante de trabajo, sino sobre las verdades que duelen y las mentiras que lo hacen aun más.

Lo que al menos espero al llegar a mi casa es que mi Bruno precioso me reciba como siempre lo hace. Saltando y aullando como diciéndome que esa es su mejor hora del día, cuando me ve llegar. Seguidamente, me tiro a la cama de mi mami y trato de cerrar los ojos aunque sea por media hora antes de que empiece la famosísima novela "que Lalo NO ve", por algo trata de llegar siempre a las 8:30 pm, porque NO VE la novela. Y ya cuando por fin creo haber encontrado a la nieta de la tan anhelada "paz", empiezan las preguntas tipo: qué tienes? por qué ya no hablas? por qué contestas mal a todo? por qué pones esa cara? por qué duermes? por qué estás cansada? POR QUÉ... POR QUÉ... POR QUÉ
Es ahí cuando todo se vuelve difuso y pierdo el control... simplemente contesto con hígado.

No es entendible, que llegue de mal humor después de un largo día?
No es entendible que odie la tos asquerosa que tengo hace semanas?
No es entendible que quiera tocer como camionero y ni las paredes me dejan hacerlo?
No es entendible que la gente que vive conmigo se de cuenta cuando algo me molesta?
No es entendible que pueda estar pasando por días difíciles donde nada me sale como espero?
No es entendible que a veces una simplemente no se sienta con ánimos de nada? ni de hablar?

Por supuesto que sí! Pero cuando te dicen "últimamente estás llegando de un humor tal que no provoca ni hablarte" y sientes que la sangre está por hervir, es verdad.
Estoy insoportable y me duele reconocerlo.

Pero lo que más me dolió hoy, no es solo que me dijeran prácticamente que me encierre en un closet y que pase la pepa con harta agua. Sino que aquellas frases cayeron como dardos oxidados en un campo a herida abierta. Y es que decirme "no es la primera vez que contestas mal, a tu papá siempre le contestabas y él regresaba con la cabeza gacha" no es cosa de juego.

Con eso sí tocaron fondo. Y lo que más me duele es la sensación de angustia al pensar si realmente pasó alguna vez. Si es que algun día te contesté tan feo que agachaste la cabeza y caminaste hacia el otro lado.
Me invade la duda. Y me afecta aun más.

Por eso, prefiero las verdades que duelen, a las mentiras que matan.

4 comentarios:

BocaDelcielo dijo...

40 minutos de tráfico? HA! a mi me toma de SI a LM algo más de 1 hora a las 7pm :'(

En dias así me encierro en mi burbuja.

PD: Anda haz pichi!

Mr.d dijo...

Busca una catarsis Marité... aflora tus odios y molestias, sácalas todas. Luego respira...
Y una mentira, puede terminar siendo una verdad inaludible, asi como una verdad tan engañosa como espejismo desértico.

Bren dijo...

Es verdad yo tambien prefiero una verdad que duela a una mentira que mata...la verdad ante todo! por otro lado si, tienes todo el derecho a no siempre estar contestando bien y cordialmente a todos pero que no se te haga costumbre , te entiendo ultimamente no suelo andar muy amable y talvez lo q tengo a favor es la privacidad q tengo en casa... igual te entiendo marité,en cuanto a si tu padre se sintió bajoneado por como le contestaste alguna vez no debes pensar en eso, es hacerte daño torturarte por algo q no puedes cambiar...y por algo que definitivamente el no te recriminaría...un abrazo! y a votar el maldito estres!
*cuida tu BlackBerry tampoco abuses de la paciencia de lalo :)

Hasta en el último rincón dijo...

Gracias retoños... la verdad que hoy fue otro día de aquellos, y bueno, 40 minutos EN EL MEJOR DE LOS CASOS boca... Trato siempre de sacar lo radiactivo de mi sistema para no contaminar el resto Mr.D... y siempre tan acertada con todo lo que dices Bren, es cierto mi pa no necesitaba explicaciones para entender mi comportamiento por más loco que sea.
MIL BESOS!!!

Es vierneeees!

El heroe de mi vida