Hay días en los que te siento tan cerquita
que casi casi llego a pensar que aun estás aquí.
Esos días en los que sin motivo alguno
me despierto con ganas de creer que ya te fuiste al trabajo.
Que te acercaste a mi cama,
me diste un beso en la frente,
Bruno gruñó celoso,
te reíste como siempre y bajaste las escaleras con tu maletín en la mano.
Y si fuese un jueves como hoy,
con tu paleta de frontón para irte en la tarde a jugar con mi tío Freddy.
Aunque luego me meta a la ducha sabiendo que no es así,
es bonito respirar ese aire de fantasía que me envuelve de vez en cuando.
Porque, por más que conozca cual es la verdad,
duele un poco cuando me hacen acordar "crudamente" que no estás.
Aunque a veces cierre los ojos e imagine que converso contigo,
sabiendo que es solo producto de mi imaginación de algodón,
me siento contenta porque recuerdo lo que tuve.
No lo que me falta.
Y bueno,
nunca faltan los días que parecen de colores,
y terminan con un poquito de dolor de cabeza.
Sobre todo cuando te piden datos de tus familiares "aun así estos hayan fallecido".
¿Crudo no?
Pero no me quejo...
... es la verdad...
Y de las verdades se vive.
Se aprende.
Se entiende.
Se crece.
... se hace la vida.
Lo que hay en un rincón de mi mente
Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...
7.4.11
Crudas verdades
Etiquetas:
asi como hoy,
la otra yo,
nubecitas
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4 comentarios:
La realidad cruda no siempre tiene que ser dolorosa si aprendemos a domarla, si vemos en ella como dices al final que "de las verdades se vive,aprende,entiende,se crece", tienes tanta razón en todo eso.Sobretodo se crece, pero imaginar,soñar, alucinar un rato, hace que ese "dolorcito" que causa crecer sea mas suave, mas placentero.
Besos :)
Si se tiene valor para afrontar las verdades tambien se tiene valor para atrapar la felicidad.
Sonrisas
- Bren: Es cierto, aprendemos a domar las verdades para sobrevivir. Una vez más, de eso se trata la vida... de sobrevivir.
- Mr. Hyde: Gracias por visitar este rincón!!!
como te comprendo, y siento cada palabra que expresas, a la vez me reconforto cuando leo "no te aflijas, me alejo solo por un momento", y evoco esta oracion "Nada te turbe, nada te espante,TODO se pasa, Dios no se muda, quien en Dios cree, todo lo alcanza. Un beso.
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