Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

3.6.11

Lo bueno de estar aquí

A veces me levanto soñadora.
Empiezo a fantasear y trato de ver todo lo que me pasa no como "calamidad" sino como una piedrita en un mundo mágico de ilusiones y fantasías. Creo que no hay nada mejor que vivir queriendo con el corazón y disfrutando cada detalle por más chiquito que sea. Por más que venga con un mar de tropiezos, decepciones y también frustraciones, creo que vivimos en un lugar donde todo casi casi se parece a un lugar ideal.

Lo que se siente cuando te despiertas luego de haber tenido un sueño lindo.
La sensación que queda en el pecho después de una carcajada.
El olor de la lluvia en un día cualquiera.
Comer un pan calientito con mantequilla derretida.
Sentir la piel de la persona que amas.
Abrazar a un animalito, indefenso, temeroso, y sentir que esa vida depende de ti.
Llorar con sentimiento. Con el alma y con el corazón latiendo.
Caminar sin zapatos por toda la casa.
Comer un chocolate y sentir el dulce entrar por tus venas.
Encontrarte con alguien a quien has extrañado mucho tiempo.
Leer un libro una tarde de invierno con una colcha de plumas abrigadora.
Tomar una taza de lo que sea preparado por la mamá.
Darse un baño bien caliente después de haber caminado kilómetros.
Dibujar en el espejo tu nombre.
Sentir con los dedos la arena fría de la playa a las 6 de la tarde.
Poder coger un teléfono y decir "te extraño".
Bañarse en el mar y caminar sobre la arena mojada.
Abrazar una almohada de plumas.
Escuchar música en el carro con las lunas cerradas.
Cantar alto sin importar que el mundo diga lo feo que se oye.
Temblar cuando se tiene miedo y sentir el alivio después.
Tomar agua bien helada en un día lleno de sol.
Caminar entre la gente y ver que existen miles de caras diferentes.
Corres sin límites y sentir el viento que choca contra tu cuerpo.
Quedarse en la cama un domingo viendo cuantas películas sea posible.
Sentir las teclas de una computadora recibiendo todo lo que siente mi corazón, lo que dice mi mente.

...Mirar al cielo y pensar que muchos se fueron dejando atrás muchas cosas que ahora deben extrañar...

¿Cómo será entonces el paraíso en donde vives ahora, si todo esto lo tenemos aquí?
Así, sí que provoca vivir cada día como si fuera el último.
Tal y como tú lo hacías.

6 comentarios:

Bren dijo...

El post está excelente...ahora entiendo porque la bronca de no poderlo publicar en facebook...pero ya te dije es cuestion de esperar.
Me gusto mucho lo que acabas de escribir,respire cada palabra , fue como un viento fresco.
Un recordar las miles de cosas ,momentos y situaciones que tenemos para disfrutar.
un abrazo y que tengas un excelente fin de semana :)

Hasta en el último rincón dijo...

No tienes idea con la cólera que puedo estar. Me llega carajo. Siento que alguien me ha querido cagar y no se cómo!!! Qué tiene de malo mi blog!!! AJ! Estoy tan histérica...
Gracias por tus comentarios Bren... siempre son acertados. Pero me da pena... lo escribí como siempre, con el alma.

Unknown dijo...

Tambien ir en el asiento de atras del carro, escuchando musica, con la ventana abierta... ya se porque son tan felices los perritos viajando en carro :D

Hasta en el último rincón dijo...

Lo máximo... Lalo siempre me dice que parezco perrito feliz. JEJEJE Gracias x pasar aquí y leerme.

Ricardo Miñana dijo...

Lo malo es que aquí tenemos fecha límite para disfrutar todo eso.
un placer leerte.
te dejo mis saludos y deseo
tengas una feliz semana.

Hasta en el último rincón dijo...

Hola Ricardo, mil gracias por pasear por aquí.
Una feliz semana para ti también!

El heroe de mi vida