Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

18.9.09

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Todavía me acuerdo de las veces que mis amigos iban a mi casa cuando estaba en el colegio. Todos te tenían miedo porque cuando entrabas a la casa, dejabas tu maletín en el comedor, decias "Buenas tardes" y ponías tu amenazante pistola en la mesa. Mis amigos, que tal vez solo habían ido a estudiar o a conversar porque algunos vivían por la casa, se ponían nerviosos y respondían como balbuceando "bububuena ss".

Otras veces entrabas a la casa tan calladito que nadie te oía y entrabas por la cocina de la nada, dando pisotadas fuertes en el piso como para que te escuchen y sientan tu presencia. Siempre queriendo hacerte respetar. No me imagino cómo habrás sido cuando mi mami y tu eran solo enamorados. Si cuando Karina y Lissy tuvieron su primer enamorado em mandabas a mí de "cuidadora". Aunque que era una cuidadora un poco pesada y metiche, además de mete pata. Como era chiquita, me acuerdo que si tu me decías "Marité anda a ver qué hace tu hermana, siéntate ahi en la sala y me cuentas". Yo bajada, obedientemente, y me sentaba. Ellos me miraban y se quedaban callados y yo abría la bocaza para decir: "mi papi dice que quiere que le cuente de que hablan", o sino eran cosas como "mi papi dice que quiere bajar a comer en pijama y no puede porque siguen aquí. Hasta que hora se queda él?????". Si yo hubiera tenido una hermana así, creo que hubiera desaparecido en unas horas.

Más conocido como Jame Bond... Así te decían algunos de mis amigos. Solo porque a veces te veían con tus tirantes y tu guarda pistola debajo del saco. Ya ellos comenzaban a alucinar que cuando entrabas a mi casa te pegabas a las paredes, para que nadie te vea y cuando veías que había alguien adentro te preparabas para entrar amenazadoramente.

Me daba risa, pero era cierto.
Siempre fuiste algo así como mi guardaespaldas.
Hasta en las fotos a veces te hacías el gracioso y te ponías con poses de gangster.
Esas fotos son las que más recuerdo porque te reflejan tal y como eras.
Todo un protector de tu familia.

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El heroe de mi vida