Aun no logro decifrar el acertijo más difícil de mi vida.
Necesito que me ayudes porque sé que eres el único que puede hacerlo.
Es personal, y tú me entiendes más que nadie en este mundo,
aunque nunca te lo haya dicho en persona.
Cuando camino hacia el sol, sé que ahí estás tú.
Esperandome con una respuesta en la boca,
una mano extendida y un abrazo fuerte que me deja sin aliento.
Siempre fue y seguirá siendo así.
Es el tema de ir y venir,
De estar presente y ausente,
De sentir y ser un muñeco de trapo,
De tener emociones y ser inerte de vez en cuando.
Tú sabes de lo que te hablo...
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