Parece que desde hace 1 semana estás en mi barriga!
No lo digo como si te hubiera comido, sino que no te imaginas lo ansiosa que estoy y las ganas incontrolables de comer CHOCOLATE! Siempre me ha encantado, tu sabes, pero esta semana es ya demasiado. Todos los días desde que abro el ojo quiero dulce! Y cada vez que se me antoja algo así me acuerdo de ti. Tu eras la persona más dulcera del mundo entero. Tanto así que me acuerdo que Karina nos contó un día nos contó que cuando ella era chiquita y vivían en Chiclayo, se acuerda muy vagamente que mi mami había preparado una torta y la dejó en la refri y salió un rato a comprar y te quedaste con ella. Le dijiste "Hijita vamos a probar la torta de tu mami pero solo un poquito para que no se de cuenta y no se moleste". Según la versión que nos contó ella, te comiste TODA LA TORTA COMPLETA. Yo, hasta hoy tengo mis dudas pero creo que después de verte durante 24 años comiendo dulces es bastante cierto.
También me acuerdo que te encantaba el tres leches que prepara mi mami. Pero bueno, siempre tenías tus críticas constructivas: le falta más azucar, tiene que estar más mojadito, rayale chocolate encima, ponle más merengue en la parte de arriba y cosas así.
Un día, ella preparó uno para llevarlo a la casa de mi tía Mary. Lo dejó en la refri ya listo para sacarlo, meterlo en tu carro e irse a jugar cartas comiendo tres leches. Cuando ella se fue a cambiar, bajaste y cuando mi mami estuvo lista tu mismo sacaste la torta y la pusiste sobre una bolsita plástica. Mi mami no entendía por qué hacías eso hasta que le explicaste que era solo por si acaso. Por si acaso se voltee con un frenazo y se manche tu preciado carro que tanto cuidabas. Llegaron a la casa de mi tía y mi mami sacó la torta y se dio cuenta que todo estaba chorreado por el fondo. No sabía de donde caía mil litros de leche condensada derretida y todo se comenzó a embarrar. Tu no hacías más que reirte. Luego de unas horas confesaste lo que habías hecho.
Resulta que cuando ella se fue, tu pensabas que la torta debía estar más mojada "incluso sin haberla probado" y llenaste una hipodérmica de leche condensada rebajada (así como se prepara el juguito de esta torta) y le diste mil incones a la pobre torta llenandola de líquido re dulce sin darte cuenta que también le estabas haciendo miles d ediminutos huequitos al fondo del molde de platino que contenía la torta. Todo un genio de las travesuras.
Por eso, siempre que te pido disculpas por algo antes de dormir, te digo que me hubiera gustado hacerte un postre más seguido. No me borraré nunca la imagen de tu sonrisa cada vez que te subía a tu cuarto una galleta o cualquier cosa que hubiera preparado.
Me gustaría poder mandarte dulces al cielo igual que los mil besos que todos los días te envío.
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